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viernes, 21 de febrero de 2014

Recalculando

Ayer, como tantas otras veces, intenté seguir la trayectoria que marcaba el GPS, pero como no lo conseguí a pie juntillas, volvió a escucharse: “recalculo de ruta”.

Una de las competencias más solicitadas por casi todas las empresas, es la capacidad de adaptación y la flexibilidad. Más válidas aun en el día a día. Su polo opuesto es la rigidez, y el mejor entrenamiento para desarrollarlas es la vida misma.
Y es que dicha capacidad facilita mucho las cosas: son tantas las ocasiones en las que tendremos que “recalcular” que, a medida que lo hagamos de forma natural y sencilla, ganaremos en sabiduría.
Crees que estás en camino, que todo está en orden, pero vuelve a ocurrir algo que te obliga a alterar tus planes. No hace falta que penséis en grandes acontecimientos, también sucede con pequeñas cosas: una llamada de teléfono cuando estás a punto de salir por la puerta; un ingrediente que no encuentras en una comida que ya estás preparando; un coche que no arranca cuando sales justo a una cita…

Como siempre, a medida que somos flexibles en lo pequeño, podremos serlo en lo grande. Cierto es que mi caso es un tanto exagerado, no hace falta que os tengáis que mudar de ciudad 7 veces como me ha ocurrido, pero os invito a que toméis conciencia de cuántas cosas os han forzado a recalcular.

Una vez más veo ventajas donde antes veía inconveniente, frustración e incluso impotencia. Y es que, a medida que tienes que recalcular, ganas en capacidad de adaptación, renovando fuerzas y entusiasmo, resistencia y visión. Creciendo en definitiva, haciéndote mejor.
Y es que los cambios son buenos. Y todos cambiamos con el paso de los días. Al igual que hasta el silencio es comunicación, la inmovilidad es cambio. Si no aceptas tu necesidad de crecer, te estás haciendo más rígido e inflexible. Y me temo que, aunque negativo, eso también es cambio…

Me despido introduciendo cambios importantes: mi querido blog que tantas cosas buenas ha traído consigo, abandona este formato, integrándose en mi nueva web, que con gusto te doy a conocer. A todos los que me habéis seguido este tiempo, os pido que entréis en ww.palomacarrasco.com y os suscribáis para que os sigan llegando los post.

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Querido hijo:

Querido hijo:

Te escribo estas palabras, aun sabiendo que hasta dentro de unos 5 años no podrás leerlas por ti mismo. Y eso suponiendo que todo vaya según lo previsto.

No puedes imaginar las ganas que tenemos todos de verte la carita, de abrazarte y de darte besos…en fin, de tenerte aquí con nosotros. Pero, déjame decirte que no hace falta nada de eso, para que ya te quiera con todo el corazón, nada de eso, para convertirme en tu madre. Tú ya eres mi hijo y yo ya soy tu madre.

No tengo la certeza de que todo vaya a salir bien, no hijo mío, tienes un gran reto por delante, el primero de muchos, salir airoso y fortalecido depende de ti y de mí y también de la providencia y la medicina. (Escribo aún conmovida por la muerte de Irene Vázquez tras el nacimiento de su quinto hijo) Lo único que puedo asegurarte, es que TODO aquí fuera merece la pena, el mundo es maravilloso y aunque probablemente, comenzarás tu aventura con lágrimas, el futuro que te aguarda (muy al contrario de lo que muchos te digan) es prometedor. Lleno de incógnitas, que se irán descubriendo por el camino, cuentas con la mejor garantía de todas, el AMOR gratuito y necesario de toda tu familia y de todos aquellos que te vayas cruzando si tú también les entregas Amor.


Quiero agradecer este video a Cayetana, ha sido inspirador y espero que os guste tanto como a mí. No dejéis de verlo!