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miércoles, 31 de julio de 2013

El perro que creía que no sabía nadar

Bien se podía haber titulado este post, Lecciones de perro 2, pero he preferido dar una pista desde el principio.

Dejadme que os hable de Rocky, nuestro perro, noble, bueno y sumamente cariñoso. Ya me habían avisado que los perros criados entre niños, aprenden a portarse como uno más…pobre, a veces pienso que se le olvida que es un perro. Que sea bueno no me resulta tan raro como que sea tan silencioso, teniendo en cuenta los decibelios de media que hay en casa, Rocky aún (pronto cumplirá dos años) no se ha dignado a ladrar. Sólo quiere lo que la mayoría de nosotros queremos, que nos hagan caso.
A mi perro nunca le ha gustado el agua, para ducharlo hay que convencerlo y no se acerca a una manguera, ni por todo el oro del mundo. Sin embargo, el descubrimiento que hizo en la playa, (ya os comente que después de pensárselo varias veces,  se adentró en el agua y comenzó a nadar) fue un hallazgo increíble. Increíble, por lo excitante de la experiencia en sí, pero sobre todo porque lo capacita, a partir de ahora para seguir nadando.

Hemos oído miles de veces eso de que el miedo sólo existe en tu interior, ciertamente existe para prevenir o  dificultar conductas espontaneas de riesgo, pero en ocasiones se trata sólo de una opción equivocada, de un “error cognitivo” que consigue convencernos de creencias limitantes: NO PUEDO, ES IMPOSIBLE, NO VA A SALIR BIEN, NO MERECE LA PENA…
Esto es lo que le ocurría a Rocky, estaba convencido de que el agua era peligrosa, de que la mejor opción era alejarse de ella. Pero llegó el gran reto, compensar si el deseo de seguirnos mar adentro merecía o no la pena…y ¡lo hizo! Además, ahora ya lo sabe, siempre que quiera, puede meterse en el agua. “¡Qué caray! Soy un perro, estoy preparado para nadar, poseo las herramientas necesarias y lo que es mejor, disfruto como un enano nadando. ¡Lo que me había estado perdiendo hasta ahora!”

¿Cuál es esa gran aventura que te está esperando y no terminas de decidirte? ¿Cuánto tiempo llevas deseando hacer eso, que por otro lado te aterra? Investiga y descubre, quizá te estés perdiendo lo mejor…

martes, 23 de julio de 2013

Lecciones de Perro (1)

Son muchas las cosas importantes que me están sucediendo últimamente. En realidad, hoy pienso que las cosas son importantes en la medida en que dejan una marca, en la medida en que sirven para aprender, en la medida que nos dan lecciones de Vida.

Pues bien, a raíz de algo bastante común, como es ir a la playa en familia, acompañados eso sí, por primera vez por Rocky, nuestro perro de casi dos años, comprobar su excitación y entusiasmo por pisar la arena, acercarse a la orilla, olisquear todo un mundo nuevo y aventurarse, pese a sus miedos (no le gusta nada el agua) a adentrarse en el mar y comprobar con el asombro propio y el nuestro, cómo sin esperarlo sabia por instinto nadar, no he dejado de pensar en lo poco que pensamos y recordamos tantas primeras veces, de tantas y tantas cosas...
Hay miles de ejemplos válidos, la primera vez que vi la cara de mi hermano pequeño en el hospital, la primera vez que intenté cocinar algo, la primera vez que me subí en un tren, la primera ecografía de Palomita, los primeros chapurreos de mi pequeño sobrino Angelito…

Pero es que además podemos estirar y estirar, por ejemplo: la primera vez que fui al cine, bueno las primeras películas que fui a ver con mis padres, la primera vez que fui en pandilla, y la que fui acompañada de un chico, la primera vez que fui con el que ahora es mi marido, la primera vez que llevamos a mi hija mayor, a la segunda… ¿lo veis? No se trata de añorar el pasado, sino de averiguar cuan intensamente vives cada cosa, pudiendo ser especial cada una de ellas.
Todas esas sensaciones, están ahí, en la retina de nuestra memoria y si conseguimos visualizar la escena, estaremos volviéndonos un poco más niños, capaces de asombrarnos ante las cosas pequeñas y sencillas, partiendo de la ingenuidad e inocencia que aquellos poseen. Podemos hacer un esfuerzo por seguir mirando el mundo así, experimentar con mayor intensidad cualquier sorpresa que nos aguarde el día. También en esto consiste la Felicidad.

lunes, 8 de julio de 2013

Un propósito en la Vida

Todos debemos encontrar el camino, nuestro camino. Un motivo por el que LUCHAR en el peor de los casos o VIVIR, en el mejor de ellos. Son muchas las desgracias de las que he sido testigo, un privilegio acompañar en el sufrimiento a tantos pacientes perdidos. Además, últimamente, se añade mi experiencia televisiva en Tiene Arreglo de Canal Sur, como ya sabéis, y allí, en directo, he comprobado como la Resilencia de algunos se imponía en medio de la oscuridad, he visto rostros serenos y alegres, personas excepcionales, fuertes y firmes como rocas, enunciar con rotundidad que el propósito de su Vida no era más que el de perseguir el bien de su hijo enfermo. En lugar de tener una imagen de sí mismos de desdicha y pesar, agradecer haber encontrado ese propósito, encontrar el ancla que les sujeta a la Vida, y dar lecciones a los demás de verdadera felicidad.

Encontrar el rumbo fijo, en medio de la tormenta, la luz lejana de un faro que anuncie tierra a pesar de su invisibilidad… solo así es posible el avance en medio del miedo y las dudas, en medio de la disonancia de saber que los demás viven por estar bien, por encontrarse bien, equiparando ese bien al de los bienes materiales, como si la acumulación de estos nos hiciera más o menos ricos.
El equilibrio entre los propósitos pequeños y a corto plazo y los grandes y más lejanos es muy importante, no renuncies a aquello que de verdad te hace feliz.  A mí, entre otras cosas, me hace feliz este blog y vuestra compañía, espero a partir de ahora volver a estar disponible.

Deja que acabe con una pregunta que puede ayudarte en esto de encontrar el propósito: ¿Cuál te gustaría que fuera tu mayor éxito? ¿Por qué logro te gustaría ser recordado? Espero de todo corazón que estés trabajando ya en ello!!