Últimamente hablamos mucho sobre la gestión del talento, consideramos que es trabajo fundamental de cualquiera que tiene personas bajo su responsabilidad (directivo, tutor, maestro o padre y madre de familia)
A mí, me gustaría recapacitar sobre el trabajo previo a la gestión. Debemos encontrar o “descubrir” el talento y devolver con un “espejo” esa información al sujeto en cuestión, para que pueda gestionarlo (con o sin ayuda). Es ésta una tarea preciosa que algunos hacen sin dificultad y que otros deben aprender por el camino…
Una buena selección de personal debería tener en cuenta todo esto, “colocar” a una persona en su puesto “ideal” o al menos en el comienzo de una trayectoria paralela a su potencial y no tanto encontrar la “persona ideal” para un puesto. La mayoría de profesores y padres son expertos “descubridores de tesoros”, pronto, incluso antes de cumplir los 5 añitos, ya saben en qué destacarán sus hijos y pupilos y qué cosas les hacen felices…en definitiva hacia dónde se deberían encaminar.
Mirar al otro en su profundidad, el conocimiento real de sus defectos y virtudes, encontrar “aquello” que les (y nos) hace únicos e irrepetibles y proporcionar en la medida de lo posible lo necesario para su desarrollo, ayudará a aprovechar al máximo el potencial y nos transformará en la mejor versión de nosotros mismos, en personas talentosas.
El siguiente video me parece un bonito ejemplo…