En el mundo laboral, se buscan personas con visión de
negocio, capaces de ver y comprometerse con el objetivo perseguido, ser capaz
de vislumbrar la meta, a lo lejos de un camino cargado de trabajo y presión.
Pero con “final feliz”.
No se puede ser creativo e ingenioso, si no se tiene “visión”,
los sueños sólo pueden perseguirse cuando se visualizan, los imposibles
comienzan a hacerse posibles, cuando somos capaces de darles forma y contenido,
aunque sea sólo, con los ojos de la mente.
Pues bien, a partir del momento, en el que sabemos lo que
hacer con nuestra vida, en el sentido de una toma de conciencia clara y
concreta de cuál es nuestra “misión”, en ese momento en el que por fin, después
de muchas vueltas, estamos seguros de “ver el Objetivo”, la felicidad se
hace fácilmente accesible, está, por así decirlo, mucho más cerca que antes.
Plantéate, si tienes o no, “Visión” y si puede que ¡¡necesites
gafas!! (por cierto que para mi, es parte del trabajo que realizo, coach o psicólogo,
a veces hacemos de oculistas)