Debemos cuidar los mensajes que damos pero sobre todo, los
que recibimos de nosotros mismos, poco a poco van calando y creando una
actitud, una manera de vivir.
Esta frase se suele pronunciar con cierto afán de auto
confirmación, como una forma de posicionarse ante algo, un “yo ya he tenido bastante”
o “hasta aquí he llegado”. En cualquier caso, no deja de ser una frase
limitante, que nos perjudica, pues en lugar de hacernos crecer y potenciar las
infinitas posibilidades que casi siempre se abren en abanico por delante, nos
hace ver que no hay más opciones, que el camino es tan estrecho que es mejor
rendirse, que el esfuerzo no merece la pena, que en definitiva, tenemos un tope
y que hemos llegado a él.
Si bien es verdad, que en la vida hay que ser prudente, y
que en la medida en que uno es seguro y asertivo sabrá en qué momentos hay que
decir NO o basta, entended el sentido de lo que hasta ahora estoy diciendo. Imaginaos en el mundo laboral, a alguien que
al finalizar su jornada diga: “yo ya he cumplido”. ¿A que no es lo mismo que
aquel que al concluir dice: “mañana más”?
Todo esto para compartir con vosotros que mi “Ya he cumplido”
como madre de 3 niños preciosos, se ha ido al garete. He sabido estos días que
estoy embarazada y que si Dios quiere y todo va bien, tendré que cuidar, educar
y amar a otra criatura más. Después del susto, ¿sabéis que ha sido lo mejor?
Experimentar que en general, siempre, SIEMPRE, podemos dar más y mejor. Y que
por lo tanto (extrapolando a cualquier tema) no habré cumplido hasta el último
segundo de mi Vida. Sólo entonces podre asegurar que ya he cumplido. Espero
poder añadir ese día, he cumplido bien!!
Os deseo, después de tanto tiempo sin escribir, y con el
compromiso de hacerlo más regularmente, que miréis siempre la Vida como un
camino por el que avanzar, siempre con las ganas de hacerlo bien, con la
inquietud de no parar de crecer. Sólo así seremos felices.