Sólo quiero daros algunos detalles de algo en lo que estoy trabajando pero que no ocupará lugar en el blog por ser demasiado grande, esto es sólo un adelanto. 4 ideas distintas:
Aunque todos hemos sentido cosquillitas en el estomago, incluso a veces la impresión de que el corazón se iba a salir del pecho, supongo que todos estaremos de acuerdo en que el Amor de verdad, (el que como ya dije está por encima o por debajo del sentimiento amoroso y aunque se alimenta de él, no lo necesita para subsistir), no es ciego, o al menos no debe serlo.
Además el Amor no se cuantifica, por mucho que preguntemos al Amado/a ¿cuánto me quieres? ¿10, 100, 1000 o un millón?…”mucho” contesta, pero ¿cuánto?, le respondemos, ¿de aquí a la luna? Es algo infantil pensar en números amorosos, aunque tengo que reconocer que yo también lo he hecho alguna vez.
El que inventó lo de “quien bien te quiere te hará sufrir”, se olvidó de añadir: “pero menos que el que te quiera mal”. Elegir con buen criterio a la persona con la que vamos a compartir la vida es fundamental, se Ama con el corazón pero también con la cabeza. Te quiero porque me da la gana, no por necesidad. Por eso tiene que ver con la Libertad y la Voluntad. El Amor sano no esclaviza.
Los defectos, las quejas, los agobios…todos ellos han llenado el vaso y ahora cualquier gota puede ser la que lo colme. Vamos a vaciar el vaso y empezar de cero cada día. ¿Te acuerdas de cuando te conformabas con estar a mi lado? ¡¡Cómo me gustaba esta canción!!
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