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jueves, 27 de septiembre de 2012

Si no tengo lo mejor...

Hoy quiero recordar como algunas cosas, las mejores, las más importantes nacen con vocación de eternidad, de trascendencia, o lo que es lo mismo, por naturaleza no son caducas, sino todo lo contrario.

Ya lo dice Juanes en una de sus canciones: “porque nada tengo, porque nada valgo…si no tengo lo mejor!” Merece la pena escuchar la canción y fijarse en la letra, a mí me encanta lo de “bien llenito el corazón”
Cuando uno descubre que algo a alguien lo llena por entero, lo complementa, le hace mejor y más, (más yo, más tú) decide que a partir de ese momento su Vida ha cambiado para siempre.

Muchos me diréis que no llevo razón, que si es así, por qué tantas y tantas parejas se rompen. Sólo se me ocurre contestar una cosa, el Amor no se rompe, los que nos rompemos somos nosotros, con nuestros egoísmos y desencuentros…pero no deja de ser un fracaso que fallemos en la consecución del objetivo marcado. Todos cuando amamos, notamos el deseo intrínseco de que “sea para siempre”.
Bueno, os dejo con Juanes, quién me iba a decir que me inspiraría con esta canción justo hoy, después de haberla oído tantas veces.

Solo cuando descubro que lo tengo TODO, dejo de sentir que me faltan cosas…
 

martes, 18 de septiembre de 2012

La mirada

Que importante es para cualquiera de nosotros, el flujo de comunicación que existe entre  miradas. Comprender que el rostro, y los ojos como elemento principal, son espejo del alma, nos ayudará a comprender mejor, a conocer mejor, a conocernos mejor.

Me gustaría recomendaros un libro que ha escrito un amigo, el Dr. Álvarez, se titula como podéis comprobar “El Efecto Gioconda” y trata de explicar cómo podemos  influenciar en los demás con nuestra propia mirada y cómo nos influyen, las de los demás.
Tanto es así, que será determinante en nuestro desarrollo personal, el conjunto de miradas que nos hemos encontrado por el camino y sobre todo las miradas de las personas que más nos importan. Además, reflexionar sobre nuestra forma de mirar, sobre qué tipo de mensaje estamos comunicando al mundo y al otro, hará que podamos mejorar. Saber que tenemos ese “poder” debe llenarnos de responsabilidad y buenas intenciones.

No somos conscientes de lo fácil que es reflejar pensamientos o actitudes en nuestra mirada y lo que es peor, de interpretar de manera distorsionada la del otro. Por último, no debemos olvidar que a veces, lo que vemos, no es más que la proyección de nuestra propia imagen, en miradas convertidas en espejos.
¿Has mirado alguna vez, en la profundidad de los ojos de alguien, antes de juzgarle? ¿Te has preocupado por conocer la opinión de los demás con respecto a tu mirada? Con la lectura del libro, aprenderás mucho más...puede que te conviertas en una amable Gioconda.  

martes, 11 de septiembre de 2012

Un día horrible, 11S.

Al igual que no se hacen grandes proezas, sin haber llenado primero el corazón de pequeños actos de buena voluntad y valentía, no se llega a la barbarie sin poco a poco haberse llenado de amargura, desazón y resentimiento.

El inmenso poder del odio, comienza con una pequeña semilla, que germina y se enriquece con pensamientos que la hacen crecer y crecer. A veces, el jardinero que la siembra no eres tú mismo, digamos que viene de fuera, ni siquiera esas veces, aunque parezca justificado, debes dejar que gane terreno el rencor. Poco a poco irá arrasando con todo lo bueno y lo bello que encuentre por el camino, hasta invadir tu corazón, hacer de éste su hogar.
No todos las personas somos iguales, ni somos capaces de lo mismo…aun así debemos recordar que también “los malos” algún día fueron niños, que rieron y jugaron,  que  no siempre les faltó el cariño de sus seres queridos. Pero en ellos sembraron la semilla del odio, otros factores (ambientales, sociales, personales…) hicieron que se convirtiera en un frondoso árbol, que les hizo perder el corazón e incluso la razón.

Arranca cualquier sospecha o duda que te esté llevando al resentimiento, al rencor, a la envidia, o cualquier otra forma de enfrentamiento humano…te sentirás liberado!!
Hoy, un recuerdo especial a las víctimas del 11S,y otras tantas víctimas de terrorismo.

viernes, 7 de septiembre de 2012

Cuidado con las manías...(la Potomanía)


Debemos tener cuidado con las pequeñas manías. Casi todos podemos tener alguna, e incluso comenzar como un entretenimiento o algo divertido. Podemos comenzar a darle dos veces al dosificador del jabón, sin prestarle mucha importancia, de pronto un día, nos damos cuenta de que SIEMPRE lo apretamos dos veces, entonces intentaremos darle solo una, pero ¡ah!, notamos que algo no va bien, nos sentimos mal, que tontería, que más da, total que le dé dos veces no le molesta a nadie, y vuelvo a darle dos veces. Poco a poco, habré creado una dependencia, y cuando quiera parar de hacerlo, seré incapaz.
Por poner un ejemplo, en la potomanía (obsesión por beber agua, más allá de los límites saludables)se sigue un patrón bien parecido al que se obsesiona por la actividad deportiva o hacer dietas para estar delgado. El limite, la línea que separa la preocupación sana de la que no lo es, es el quid de la cuestión. Cuando comprobamos que nuestra vida ya no es la misma, que nos pasamos el día con estos pensamientos en la cabeza, cuando para liberarnos de la ansiedad que produce esa preocupación, tenemos que realizar una conducta que nos alivie, se crea un circulo vicioso: al beber agua compruebo como mejoro y me alivio, pero a la vez, refuerzo el pensamiento de que el agua es necesaria para estar sano y/o adelgazar, y la obsesión sigue creciendo, sin darme ,cuenta, estaré esclavizado por una botella de agua. El problema, claro está, es que además del trastorno psicológico que se padece y hace sufrir, la salud física puede verse, gravemente perjudicada.

Con mucha probabilidad, nos encontraremos con una tendencia innata o adquirida a la obsesión, o una preocupación excesiva por la salud y el propio cuerpo. Con una baja autoestima e incluso con síntomas depresivos. Vivimos en una sociedad que huye de la enfermedad y en su afán por conseguir un estado pleno de salud, nos invade con pautas o conductas que la promueven. En el caso del agua, además, aparecen factores estéticos asociados: nos ayuda a estar más guapos, a tener mejor piel, a adelgazar, a depurarnos… una vez más, el problema es el exceso de información, o mejor dicho, el uso equivocado o mal interpretado que se llega a hacer de ésta.
Cuando, por ejemplo, hemos experimentado como efectivamente una mayor ingesta de agua, nos ayuda a eliminar líquidos retenidos, y por lo tanto a perder peso, podemos “coger la manía” de ir siempre con una botellita en la mano. No tiene por qué llegar a convertirse en un peligro, de hecho, si no supero la cantidad de agua necesaria y normal, no pasará nada, será incluso un buen hábito. Pero, en personas con tendencia obsesiva, preocupados en exceso por estar delgados, como en el caso de la anorexia o bulimia, podemos llegar a perder la noción de lo saludable, y engancharnos desesperadamente a la conducta de beber, creyendo así, que cumpliremos con nuestro objetivo marcado de perder peso.

Las personas con Potomanía, deberán someterse junto a un tratamiento médico, que les ayude a normalizar los niveles de agua en su organismo, a una terapia psicológica, cuyo objetivo será a partir de la toma de conciencia del problema, el control de los impulsos y sobretodo la mejora de la estabilidad emocional del paciente. Ayudando a trabajar aspectos como la autoestima y la calidad de vida. En definitiva, como suelo siempre concluir, aumentar el grado de felicidad y seguridad, percibidos por el paciente.
Adjunto el artículo publicado por EFE en el que colaboro

http://www.abc.es/20120907/sociedad/abci-enganchadas-botella-agua-201209071104.html

domingo, 2 de septiembre de 2012

Sonrisas en el alma

No me preocupa demasiado que haya días o momentos en los que me cueste sonreír.  De hecho, si tuviera que elegir entre estar contenta por fuera o estarlo por dentro, me quedaría seguro con la segunda opción.

Escuchamos lo importante que son las risas y las sonrisas, y es cierto, yo misma ya escribí sobre los efectos de la risoterapia, pero lo importante es lo que lleves en el corazón. Nada más llegar a la facultad, nos hablaron de James, quien discutía, si uno llora porque está triste o está triste porque llora. Da igual, lo único que digo es que el teatro o la ficción suelen durar muy poco.
Antes o después debemos descubrir eso de que las puertas de la felicidad se abren de adentro hacia afuera. Pero debemos estar dentro para poder abrir, es decir, no tengamos miedo a investigar en nuestro interior, a sucumbir a los encantos de lo de verdaderamente nos hace felices y a partir de ahí, mirar hacia afuera, salir de nosotros mismos y dedicarnos a ser felices…mucho más que a estar contentos.

Sólo las sonrisas en el alma pueden durar eternamente, por eso se puede estar sufriendo, se puede estar llorando y seguir siendo felices.
La Felicidad no hace ruido, es serena y estable, cuando al fin comprendes que no es el resultado de ninguna lucha, de ningún objetivo, comienza a instalarse en tu vida cuando al fin, tienes sonrisas en el alma…